La Casa de Juntas, sede del máximo órgano institucional de la provincia de Bizkaia se levanta junto al mítico Árbol de Gernika, un roble, símbolo de libertad de todos los vascos y punto de encuentro de todas las Asambleas Generales desde la Edad Media hasta la construcción entre 1826 y 1833 del edificio puramente neoclásico. La Casa de Juntas y el Árbol de Gernika forman un conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad.
La Sala de Plenos es el núcleo central de la Casa de Juntas y es el lugar donde actualmente se celebran los plenos de las Juntas Generales. El salón está decorado con varios cuadros que retratan a los diferentes señores de Bizkaia. Conserva varios elementos de la antigua iglesia, como son el altar y las pilas de agua bendita, ya que anteriormente la vida pública y religiosa solían estar estrechamente entrelazadas.
La Sala de la Vidriera, una sala con techo de cristal, concibida originalmente como patio abierto y más tarde convertido en museo dedicado a la historia del País Vasco.